NoticiasBaños de vapor que nos limpian por dentro y por fuera
El cuidado de la piel es algo que tenemos que tener en cuenta, por eso existen infinidad de tratamientos para mantenerla en perfecto estado, pero existen otros muchos que no se centran solo en la parte exterior del cuerpo, sino que combinan tratamientos para la piel y la mente en uno solo. Por ello queremos resaltar uno de ellos conocido como temazcal, un tratamiento ancestral basado en la utilización del vapor como método de relajación y purificación.
El temazcal se practica en México desde hace miles de años, ya que hay constancia de que las civilizaciones más primitivas ya lo usaban para mejorar su estado. Este tratamiento se realiza en pequeñas construcciones similares a un iglú o un horno de hacer pan. La idea es emular el vientre materno y conseguir con ello una purificación del cuerpo de las personas que se adentran en este lugar, pues todo el ritual se realiza sin ropa.
Para obtener los vapores característicos del temazcal lo que se hace es poner sobre piedras al rojo vivo infusiones de hierbas medicinales que se convierten en vapor que es el que actuará en nuestro cuerpo. Por ello es importante que tengamos en cuenta los beneficios que esta forma de relajación nos ofrecerá. En primer lugar es una buena manera de mejorar el estado de nuestro aparato respiratorio, ya que el vapor abre las vías respiratorias y las depura, eliminando posibles restos contaminantes que merman la función de éstas.
Corazón de JaguarNoticias
En esta sección se compilan artículos y reflexiones sobre el bienestar físico, mental y espiritual. Desde comprender la adicción como enfermedad crónica hasta descubrir los beneficios del descanso, el baño de vapor o la meditación, cada texto busca inspirar y fortalecer las herramientas de quienes anhelan un mayor equilibrio en sus vidas.
El concepto de “con-tribu-ir” ocupa un lugar central: la certeza de que el cambio se multiplica cuando existe una tribu, una comunidad de personas que se sostienen mutuamente. Así, la mirada no solo se detiene en la recuperación individual, sino también en la fuerza colectiva que surge al compartir experiencias, soluciones y aprendizajes en este gran círculo que despierta.